Una cicatriz normalmente está compuesta de tejido fibroso. Las cicatrices pueden formarse por muchas razones diferentes: pueden ser resultado de infecciones, cirugías, lesiones o inflamaciones, tejido desgarrado, cortado o quemado.

Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, y su composición puede variar. La formación de una cicatriz varía de una persona a otra y está influenciada por muchos factores: por lo tanto, no procede basarse solo en el tamaño y la profundidad de la herida.

El proceso de cicatrización de los tejidos es complejo y puede sufrir alteraciones, dando lugar a huellas de mayor o menor impacto en las actividades de la vida diaria.

Factores de riesgo que influyen en la cicatrización

  • Zona de afectación
  • Causa de la lesión
  • Sexo
  • Raza
  • Edad
  • Complicaciones accidentales (infecciones, etc)
  • Factores intrínsecos (vascularización, sensibilidad medicamentosa, etc)
  • Grado de actividad física, nutrición e hidratación
  • Hábitos de salud (tabaquismo, alcoholismo, etc)

 Abordaje terapéutico en fisioterapia

La fisioterapia ayuda al correcto proceso de cicatrización de los tejidos y a reducir las alteraciones producidas por complicaciones en su procedimiento.

La causa más habitual de consulta en fisioterapia es la eliminación de adherencias que influyen en el movimiento e incluso en la funcionalidad, afectando en ocasiones gravemente la calidad de vida de las personas.

La fisioterapia puede ayudar a la correcta regeneración y reorganización tisular, o a disminuir los efectos de una cicatrización patológica por exceso o retracción, a través de diferentes estrategias.

  • Correcta anamnesis y valoración del tejido cicatricial
  • Masaje circulatorio, drenante, antiadherente o hidratante
  • Técnicas de liberación fascial
  • Movilizaciones, estiramientos y ejercicio funcional
  • Técnica de ventosas
  • Presoterapia
  • Electroterapia y ultrasonidos
  • Crioterapia
  • Correcto seguimiento de evolución y adaptación del tratamiento

Complicaciones más frecuentes en el proceso de cicatrización

  • Por exceso: el tejido crece exageradamente formando queloides o se encapsula en granulomas. Esto puede ocasionar restricciones o adherencias sobre estructuras vecinas.
  • Por mala calidad: la dermis regenera de forma inadecuada creando por ejemplo cicatrices retráctiles.
  • Por defecto: el tejido nunca llega a cerrarse generándose un proceso crónico de heridas en la zona afectada.

                               

Tipos de cicatriz que se pueden abordar con fisioterapia

  • Obstétricas: como las producidas por episiotomía, por laparotomía o cesárea, desgarros, etc.
  • Traumatológicas: las resultantes tras una intervención quirúrgica traumatológica.
  • Deportivas: para recuperación del tejido enfocado a la actividad deportiva.
  • Otras: cualquier tejido cicatricial se puede trabajar con fisioterapia en su fase de contracción y remodelación, o ante una cicatrización patológica.

¿Tienes una cicatriz o tienes prevista una intervención?

Consulta con un especialista de confianza para valorar tu caso y abordarlo a través de un tratamiento complementario adecuado. En intervenciones quirúrgicas programadas es posible preparar el tejido para mejorar el pronóstico posterior.

La fisioterapia te puede ayudar a conseguir una correcta cicatrización o a corregir las alteraciones derivadas de un proceso inadecuado.

¿Cuánto tiempo tarda en desaparecer una cicatriz?

Durante los primeros tres meses la cicatriz tiende a levantarse de la piel y ponerse más dura o tensa.

Pero con el paso del tiempo, estos signos tienden a desaparecer y la cicatriz perderá su apariencia rojiza y se pondrá más blanda y plana. Por lo general, las cicatrices tardarán entre 12 y 18 meses para curarse.

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